Las PyMes, acrónimo que hace referencia a las microempresas y a las pequeñas y medianas empresas, componen el potencial que activa las economías alrededor del mundo. Éstas organizaciones, según cifras de la ONU, representan el 90% de la totalidad de todas las empresas en el mundo, generando entre el 60% y el 70% del empleo y son responsables del 50% del PIB a nivel mundial. Por estas sorprendentes cifras es que las PyMes se consideran un factor fundamental en la reducción de la pobreza y en el fomento del desarrollo.
En esta entrada queremos hacer homenaje a las PyMes, teniendo en cuenta que el pasado 27 de junio se celebró el día internacional de estas compañías, con el objetivo de reconocer su gran aporte a las economías a través de la generación de ingresos en la base de la pirámide (sectores más vulnerables en la sociedad). En Colombia, la ley 905 de 2004 hizo el reconocimiento legal de la PyMes y estableció su clasificación según el número de trabajadores de la componen, el valor de las ventas anuales y el valor de los activos totales.
Este grupo de empresas se caracterizan entonces por emplear entre 10 y 200 personas, si no exceden las 10 personas son microempresas, si van de 11 a 50, son pequeñas empresas y si van de 50 a 200, se catalogan como medianas empresas.
Las empresas de este tamaño, representan el 99,6% del tejido empresarial del país y generan el 80% del empleo nacional, aportando a su vez en 1/3 al PIB del país y además representan el 31% de las exportaciones no tradicionales (que se refiere a productos con mayor valor agregado). Además, como mencionamos antes, las Pymes tienden a generar empleo a los sectores más desfavorecidos, empleando a personas con menos oportunidades de encontrar trabajo, como los jóvenes, los trabajadores de edad y los trabajadores menos calificados. Lo que sin duda genera una contribución al desarrollo social del país.
Otra característica que cabe resaltar, es la capacidad de adaptabilidad de las PyMeS debido a su estructura. La posibilidad que tienen de adaptarse y especializarse en nichos de mercado muy variados en los cuales en muy pocas ocasiones las empresas grandes suelen enfocarse es enorme y esto a su vez viene acompañado de atención más directa y humana, lo que les permite crecer coadyuvando a otras empresas también.
Sin embargo, a pesar de estas ventajas y aunque estas cifras son muy altas y representativas, las pymes enfrentan muchos desafíos relacionados con: a) regulación compleja que pueden impedir el crecimiento, b) los costos de transacción o tasas de interés de financiación pueden ser más elevados para las PyMes y c) la escases de recursos en algunos casos puede significar poca inversión en capacitación del personal que las compone. Estos obstáculos, generan que, por ejemplo, en Colombia la tasa de superviviencia de una PyMes sea de 29,7% según datos de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio.
Por estas razones, los gobiernos a través de diferentes medidas y políticas buscan fomentar el crecimiento de las PyMes disolviendo algunos de estos obstáculos, como líneas de crédito preferentes para capital de trabajo, adquisición de activos productivos e inversión; garantías para facilitar el acceso a créditos y programas de apoyo al crecimiento y la innovación. Sin el apoyo del gobierno, tendríamos mayores dificultades para crecer orgánicamente, y sin este crecimiento, la economía colombiana también se podría ver afectada.