Consideramos que las circunstancias nos hace ser conscientes de muchas situaciones que quizás antes podían ser invisibles ante nuestros ojos. Por eso, en nuestras entradas queremos hablar sobre estos temas y generar la conciencia que poco a poco hemos ido creando a partir de las enseñanzas que nos ha dejado esta pandemia. En esta ocasión, queremos hablar del impacto que ha tenido la pandemia en las mujeres y particularmente en las mamás, pues aunque toda la sociedad se ha visto afectada, nos hemos dado cuenta que ha sido de manera desproporcionada para diferentes sectores de la sociedad.
Así, durante estos meses de pandemia las mamás se han visto afectadas particularmente, pues como generalmente es sobre ellas sobre quienes recaen las responsabilidades del hogar, sus jornadas de trabajo se han multiplicado a causa de que en los casos en que estén haciendo teletrabajo, deben a la vez estar pendientes de las jornadas escolares de sus hijos y en el caso en que los hijos nos tengan jornadas escolares, se ven en la necesidad de crear actividades de educación, deporte y entretenimiento mientras trabajan.
Estas extensas jornadas, sumadas a la angustia que pueden cargar por el miedo de que las personas que están a su cargo (niños, adultos mayores, entre otros) resulten contagiadas, afecta en gran medida la salud emocional y física de estas mujeres. Es así como De acuerdo con el informe “COVID. Brechas de género en el mercado laboral”, realizado por el DANE y el Departamento de Economía de la Universidad Javeriana, “en las condiciones actuales de la crisis, 56 % de mujeres ocupadas se verán afectadas frente a 46 % de los hombres.”
Para mitigar este impacto, es fundamental que las mujeres mamás puedan organizarse con sus familias y entablar un diálogo que permita vislumbrar estas cargas y las posibles soluciones a este problema. La transformación en las dinámicas de trabajo y de cuidado que llevan a cabo estas mujeres, debe traer consigo también una transformación de la manera en que concebimos las responsabilidades del hogar y una redistribución para que las tareas no generen cargas adicionales de manera desigual.
Escribiendo esta entrada, encontramos un artículo en el portal de EL PAÍS en donde dan algunos tips para las mujeres que son mamás y que están buscando un balance en sus rutinas en medio de la pandemia y quisimos retomar algunos que nos parecen interesantes y consideramos que llevarlos a cabo puede contribuir a mitigar este impacto en las mamás y sus hogares.
1. Es fundamental que tanto ellas, como las personas con las que conviven, incluyendo sus propios hijos, tengan una rutina definida e indepediente que les permita iniciar y finalizar las jornadas, si bien con supervisión no con necesidad de que las mamás apoyen durante toda la jornada.
2. Organizar semanalmente las tareas domésticas que cada persona del hogar hará, distribuyendolas de manera equitativa.
3. Realizar pausas activas que permitan la relajación y distensión de las relaciones dentro del hogar.
4. Llevar a cabo actividades de entretenimiento durante los fines de semana en la medida de los posible, que salgan de la rutina semanal.
Esperamos que estas prácticas resulten útiles para las mamás y las personas con las que conviven, para garantizar una redistribución de las cargas y promover una mejora en la convivencia que puede verse muy afectada por el estrés y la incertidumbre que pueden cargar los miembros de un hogar a causa de la pandemia.
