Una de las primeras cosas que tuvimos en cuenta para el desarrollo de una nueva imagen para La Textilera fue sin lugar a duda la necesidad de presentarla como una compañía joven, con las ganas de destacarse en el mercado no solo por su renovada identidad visual o por la particularidad y calidad de sus productos sino por su compromiso en el bienestar de los colaboradores a los que les fabrican dotaciones.
Bajo esta premisa, decidimos proyectar una compañía que es cercana a las personas que usan sus productos a través de una identidad con un look and feel renovado, fresco, amigable pero a su vez sofisticado que sirviera como un canal para el afianzamiento de los clientes fidelizados pero también como un canal que permitiera a la compañía de presentarse al mundo como aquella en el mercado que hace la diferencia, facilitando la adquisición de nuevos clientes y a su vez contribuyendo con la percepción positiva de la misma.
Estar alineados conceptualmente fue fundamental para el proceso, pues La Textilera es consciente de la importancia de una buena imagen, su valor y lo que puede representar para el crecimiento exponencial de una compañía en el mercado. Uno de los factores clave para la proyección de la identidad es el proceso de internacionalización de la compañía que busca expander sus productos y servicios fuera del territorio nacional.
Traducir el propósito, los objetivos y los valores de la compañía en meros outputs visuales fue un ejercicio complejo pero a su vez muy estimulante. El ser humano esta muy influenciado por las impresiones visuales y por ello debíamos buscar una solución que fuese agradable “a la vista” trayendo consigo una percepción positiva por parte de la audiencia. La correcta proyección de la identidad ha hecho que las estrategias a corto, mediano o largo plazo sean visibles en todos los puntos de contacto que tiene una marca con audiencias internas y externas. Mucho más que un simple logotipo o una combinación de colores, el rediseño actuó como una herramienta para hacer que los pensamientos e ideas complejas fueran fáciles de aprehender y comprender.
Adicionalmente, el rediseño fue importante para inspirar y dar forma a la cultura interna de la empresa. Tratar de establecer una cultura visual dentro de la organización es fundamental para impulsar el cambio interno, para hacer realidad una nueva estrategia, nuestro staff debe comprender y experimentar la nueva dirección, de modo que puedan transmitir y comunicar los valores de esa nueva realidad a los clientes.
Estamos en un proceso de crecimiento y expansión, ahora nos incursionamos en la exploración de territorios hasta ahora inexplorados por la compañía con el fin de impulsarnos y seguir avanzando.
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